Deseos

En dos días estará con nosotros la Nochevieja. Esa fiesta en la que despedimos el año que se va, recibimos con grandes festejos el año nuevo y en la que hacemos firmes propósitos que en unos días se suelen quedar en nada: comer más sano, ir al gimnasio, dejar de fumar…

Yo, al igual que el resto de los mortales, también tengo mis deseos para el próximo año. Esperanzas para el futuro porque soy de los que creo en la gente y que hay muchos que trabajan para hacer un mundo mejor y, sobre todo, que piensan en los demás al hacer las cosas y por eso no pierdo la esperanza en el ser humano.

Deseo, principalmente, que los políticos dejen de pensar en los votos que les mantienen el chiringuito en marcha y que empiecen, de una vez por todas, a pensar en la ruina de país que están dejando.

Pero, por encima de todo, lo que le pido al 2014 es trabajo. Para todos aquellos buenos profesionales que tenemos entre nosotros y que la desesperación hace ya mella en ellos. Especialmente, pido trabajo para cinco buenos amigos míos que hacen un trabajo bueno, excelente y acabado en las diferentes disciplinas a las que se dedican y que no se merecen no tener oportunidades de ganarse la vida haciendo aquello que más les gusta y que mejor saben hacer.

Esos son mis deseos. Creo que no se puede pedir nada mejor. Os deseo a todos un próspero año nuevo y, como no, que consigáis aquello que os propongáis. ¡Feliz Año!

Preparación

Hoy, ya de vacaciones, os dejo este vídeo en el que destaco sólo una cosa (aunque el lector podrá poner el acento en muchas otras cosas): necesitamos gente PREPARADA.

Qué paséis unas felices fiestas.

La Gallina de los huevos de oro

Después de un par de semanas sin ideas, cuando, por fin, ordeno ideas y tengo ya tres entradas preparadas con algún pataleo y otras cosas un tanto insulsas, nos sorprende la actualidad informativa con una semana cargada de noticias que han llenado la opinión pública de un montón de información, a menudo difícil de digerir debido a la gran cantidad de plataformas informativas que existen.

La muerte de un presidente, cuando menos, carismático. El traductor para sordos que no era tal. El anuncio de un referéndum polémico. La triste noticia de que los precios de la electricidad seguirán subiendo. El estreno de la segunda parte de "El Hobbit". Y todo lo que uno quiera.

No obstante. De todo lo que hay sólo me voy a parar en una noticia: el anuncio de la cancelación del proyecto Eurovegas en Alcorcón.

El proyecto ha estado envuelto en la polémica desde su anuncio. No voy a entrar a valorar si el proyecto era bueno o malo. Si era una "Gallina de los huevos de oro" que iba a traer prosperidad a nuestro país o se trataba de la recreación de Sodoma y Gomorra. Me preocupa la indefinición y las idas y venidas de un ejecutivo indeciso que en ningún momento ha tenido claro que es lo que quiere.

He leído algunas cosas (a favor y en contra) de lo que supone la cancelación del proyecto. Me quedo con la que os pongo a continuación que he leído con interés y cuyo análisis me parece acertado. Desde luego, el hecho de que el señor ADELSON se retire no es preocupante. Lo realmente preocupante que es que el gobierno no parece saber ni lo que quiere ni a dónde va. Mientras tanto, esta semana he tenido noticias de más amigos míos que acaban en el paro. Esto si que es preocupante... ¡Y MUCHO!

Aquí os va el link que os he comentado:

http://blogs.elconfidencial.com/economia/lleno-de-energia/2013-12-14/lo-que-podemos-aprender-de-eurovegas_66335/

Sin ideas

Así es como estoy: sin ideas. Con varios borradores en marcha (entre los que destaca uno sobre los teléfonos móviles y su impacto entre nosotros y otro sobre lo que haría si me tocara la lotería de navidad). Lo único significativo es que ayer fuí a ver la última producción de Disney: Frozen. Salí convencido de la hegemonía de la productora en cuestión de películas de animación y dibujos aunque el guión no fuera original. Pistoletazo de salida para unas Navidades cada vez más consumistas y desprovistas de todo significado. Cuestión peligrosa. Hablaremos de ello.

Permisividad injusta

Voy muy a menudo a San Sebastián. No sólo porque es la ciudad que me vio nacer, sino porque tengo muchos amigos y familiares allí.

Casi siempre, acabo en el barrio de Amara. Casi siempre, aparcando delante de la estación del "Topo". Casi siempre, llevándome algún que otro cabreo.

Y es que, desde hace algún tiempo, he notado que las motocicletas aparcan en la zona azul entre los coches "sin ton ni son". Hoy he sacado, bajo la intensa lluvia, una foto para que veáis a qué me refiero:

Que sepáis, que entre el contenedor azul y la motocicleta NO entra mi Ford Focus de 4'20 metros. Y entre la motocicleta y el coche que aparece a la izquierda de la foto, ni lo he intentado.

Más tarde, hablando del suceso con unos amigos, me han explicado que el Ayuntamiento de San Sebastián-Donostia, permite que las motos aparquen en la zona azul.

Primer comentario: la motocicleta no me permite aparcar. ¿pagan zona azul como yo? Me da la sensación de que no.

Gracias a la magia de Google Earth, he podido medir la distancia (aproximada, claro) que existe entre el paso cebra que existe al principio de la calle y los contenedores que aparecen en la foto: unos 26 metros. En ese espacio, aparcan (dependiendo de la longitud de los coches, claro) unos cinco automóviles:

Aunque los coches fueran un poco más pequeños, seguramente no llegaríamos tampoco a seis.

Lo que ocurre, es que las motos aprovechan los espacios entre los coches, así:

Si las idas y venidas de coches y mocicletas hacen que las motos estén separadas unos cuatro metros, se daría la paradoja de que, con seis motos, no aparcaría ningún coche:

 

De hecho, la foto que aparece en el comienzo de la entrada, sugiere que, si la moto no se mueve, se va camino de esta situación.

¿es tan difícil, por parte del Ayuntamiento, marcar zonas de aparcamiento de motos? Señalizando como aparcamiento de motos el espacio que ocupan estas seis motocicletas, se llega a un compromiso:

Es más: estoy convencido de que en ese espacio habilitado para motocicletas entran más de seis.

Quiero pensar que el Ayuntamiento ha tomado cartas en el asunto y que se solucionará este pequeño problema. A lo mejor es más útil que poner contenedores de vidrio con forma de balón (¿cuánto han costado?). Sino, como siempre, sólo nos quedará el recurso del pataleo.