Histórico

Si ha habido una noticia importante durante esta semana, ésta ha sido el desbordado dato del paro en nuestro país. Más impactante que los cuatro goles al Barça y los cuatro goles al Real Madrid. La que vivimos es una situación dramática que se resume en que medio país está sosteniendo al otro medio.

No voy a entrar, como de costumbre, en valoraciones políticas. Creo que se llevan haciendo muy mal las cosas hace muchos años y no voy a entrar al detalle. Hoy me voy a centrar en la presentación del dato de la encuesta de población activa. Me explico: la mayoría de diarios y publicaciones digitales dieron una imagen parecida a esta:

Es decir: la evolución del paro en los últimos trimestres.

Ahora bien, sólo un diario de tirada nacional puso en su portada la siguiente imagen:

Es decir: la evolución del paro durante la democracia (cada franja representa el período de un año).

Creo que es más interesante ver que la situación no es TAN dramática porque ya hemos estado muy mal otras veces. Ahora bien, el dato del pasado viernes es altamente preocupante y va a ser doloroso (sí Sr. RAJOY: DO-LO-RO-SO... pero no ha de serlo sólo para los que afortunadamente tenemos trabajo... sino también para todos los grupos del Congreso) salir de esta. En cualquier caso, la perspectiva siempre es buena. Hay que tener presente el pasado y mirar hacia adelante.

Spanglish

De entre todos los temas que tengo pendientes de ir sacando en este blog, esta semana me he decidido por el lenguaje o, mejor dicho, por el uso que hacemos de los lenguajes y los idiomas.

Lo hago hoy por dos motivos: el primero es que el próximo martes (día 23 de abril) es "El día del Libro". Cosa que he mirado en la todopoderosa Wikipedia y he corroborado que la costumbre está muy extendida (https://es.wikipedia.org/wiki/Día_Internacional_del_Libro). El segundo de los motivos es el dolor que me produce comprobar la mezcolanza, cada vez más extendida, del uso de términos ingleses en nuestro idioma. Hace unos meses, sin ir más lejos, llamé la atención al departamento de prensa de mi universidad por poner en un anuncio "flyers" en lugar de "folletos". ¿es que es más interesante resultar totalmente incomprensible que manejar con corrección el idioma?

Sobre esta segunda razón podría mostrar infinidad de ejemplos: training, coaching, shaking, briefing, running, spinning, apps, los flyers de los que hablaba y un largo etcétera producto de la tecnología, la globalización y, con toda seguridad, la fragmentación que sufre nuestro país. Insisto en que no sé que hay detrás de esto: no sé si se trata de una muestra más de creerse guay, no sé si es una estrategia de las Escuelas de Negocios para tratar de ser oscuros a la hora de mostrarse a los demás, no sé si es una muestra de "tío: yo sé mucho inglés y muchos palabros que tú no sabes y me hacen tener un intelecto superior" o si simplemente es una muestra más de la mucha incultura que puebla nuestro mundo.

En cualquier caso, corremos el peligro de acabar no sabiendo llamar a las cosas por su nombre. De no saber expresarnos, no ya sólo con corrección, sino también con claridad. De no dominar, ni nuestro idioma materno, ni aquellos que son necesarios para movernos en un mundo cada vez más pequeño.

El próximo martes, es el día del libro. ¿Por qué no poner interés en retomar la lectura? Yo volveré con "El Principito" (del que descubro detalles y cosas nuevas cada vez que lo leo), volveré a intentar leer "Utopía" de TOMAS MORO y, quizás busque algo nuevo entre los pocos libros que poseo... eso sí: en papel que es más bonito que cualquier dispositivo digital (y con esto he evitado poner tablet).

Toma el dinero y corre

Es ya un clásico el tomar el título de una película o canción para transmitir una idea. Es más: considero que da más fuerza a lo que se va a poner a continuación y, en una sola línea, ser capaz de significar lo que se va a poner.

Así pues, hoy no voy a hablar de una película de WOODY ALLEN (es más: ni siquiera la he visto). Voy a hablar de una noticia que leí hace cosa de mes en un diario digital: la quiebra de un pueblo de Andalucia. Al parecer, la primera quiebra constatada en España.

Considero que lo que se lee puede distar mucho de la realidad, pero también soy de la opinión de que "cuando el agua suena, algo lleva", como dice el refranero popular.

No voy a entrar en disquisiciones políticas, para eso ya hay numerosos blogs, diarios y todo lo que uno quiera. Es decir, me da igual que la situación la plantease un político de derechas, de izquierdas, de centro o mediopensionista. El caso es que al hacer balance de lo que había ocurrido para llegar a la quiebra del pueblo andaluz, habían aparecido los siguientes datos: 1.- el alcalde tenía un salario que superaba los 10.000 euros mensuales, 2.- una tarjeta Visa que generó unos gastos de 174.000 euros (de los que 78.000 están todavía sin justificar) y 3.- 200.000 euros en gastos en comidas en los últimos 4 años. Por cierto... el pueblo tiene 6.000 habitantes.

He hecho unos sencillos cálculos de lo que se puede gastar uno en comidas durante 4 años y 200.000 euros permiten gastarse más de 100 euros al día. Un menú del día muy decente se encuentra por 15 euros y en el sitio más barato de Pamplona, los comedores de la Universidad, permiten pagar el menú por unos seis euros. El "Pil-Pil", tiene un menú de 30 euros que es todo un banquete y por 50 euros se puede ir uno a comer al Asador Martintxo (aunque, seguro, que siempre se puede gastar mucho más).

Y hablando de comer: antes de las fiestas de Semana Santa, un servidor, tuvo ocasión de comer con unos cuantos profesores de Universidad  y otras personas, y estuve sentado al lado de un político. Le pregunté el asunto este del ayuntamiento andaluz y me dijo que no se puede imputar ni condenar a ningún cargo político por mala gestión. ¡Toma del frasco!

O sea: que uno utiliza el dinero PUBLICO para hacer lo que le de la gana y no hay forma de exigirle cuentas. ¿se imagina el lector la misma situación en una empresa privada? Hay personas trabajando en empresas privadas que ganan mucho más de 10.000 euros al mes y que gastan más en comidas, pero seguro que consiguen muchísimos más ingresos a la empresa para la que trabajan. Si uno gasta y no produce estará en la calle en un suspiro.

Para terminar, diré que este año he pagado bastante más a hacienda que el año pasado... aunque esto no será una sorpresa para nadie. Noticias como la que he mencionado me cabrean enormemente: ¿qué están haciendo con mi dinero y el de todos los contribuyentes? Pues todo parece indicar que se cumple lo que pone el título: Toma el dinero y ¡corre!

La letra pequeña. Port Aventura

Imagínese el lector que quiere entrar a comprar en un comercio cualquiera. Uno se entera bien de los horarios de atención al público y, como el tiempo de uno es valioso, procura estar allí a la hora en la que se abren las puertas. Uno entra en el comercio y entonces empiezan las sorpresas: para comprar el producto A, uno tiene que esperar una hora más. Para comprar el producto B, uno tiene que esperar dos horas más. Para pagar, tendrá que esperar a las tres de la tarde. Absurdo, ¿no?

El miércoles pasado estuve en Port Aventura. Ese parque de atracciones que se inauguró en el año 1995 al lado de Saloú en Tarragona. Sólo tres años más tarde que Disneyland París. Al parecer, alguna Comunidad Autónoma del Mediterráneo ofertó terrenos a la Disney para que se trajeran el parque a España y para que los turistas pudieran tomar el sol. Los americanos prefirieron París, por lo emblemático de la ciudad, pero no cayeron en la cuenta de que hacía peor tiempo. De hecho, el parque del Ratón Mickey estuvo a punto de irse a pique.

Bueno, en cualquier caso, el pasado día 3 de abril, a las 10 de la mañana un servidor estaba a las puertas del parque, ansioso por disfrutar de las múltiples atracciones que allí se encuentran. Pues bien: el "Dragon Khan" no se puso en marcha hasta pasadas las once de la mañana. "Shambhala" hasta casi las doce. Otro buen puñado de atracciones tardaron una hora en funcionar.

La mala leche que se le pone a uno es evidente. Es más, puedo entender que las condiciones climatológicas afecten al correcto funcionamiento de una infraestructura como Shambhala. Por cierto, se pueden consultar las características aquí: Shambhala (por cierto, ahora hablaré del precio que también aparece en la página de Rollercoaster DabaBase). Y lo entiendo porque soy ingeniero y me dedico a las estructuras. Es más, elegí el día 3 para ir al parque porque era el que mejor condiciones climatológicas ofrecía. Los días anteriores el viento fue extraordinariamente fuerte y, en un par de veces que pasé cerca del parque, me dio la sensación de que las montañas rusas no estaban en funcionamiento.

Y ahora la pregunta del millón: ¿por qué razón la dirección del parque no da una información clara al entrar? Es más, compré la entrada en un cajero de Servicaixa en Barcelona el día 2 (un inciso: Barcelona es una ciudad maravillosa que hay que visitar despacio, pero en las últimas ocasiones no he tenido tiempo de pasearme tranquilamente). Ni en la entrada, ni en el proceso de compra encontré la típica letra pequeña del tipo: "La dirección del parque se reserva el derecho de cerrar o abrir las atracciones en función de las condiciones meteorológicas o de afluencia de visitantes". Tampoco había información al respecto a la entrada del parque. En la página web, no se dice nada al ir atracción por atracción (supongo que en las "Condiciones generales" pondrá algo, pero es lo que nadie se mira).

Por tanto, la cara de tonto que se le queda a uno al llegar a Shambhala y encontrársela cerrada después de haber pagado 45 euracos, es para enmarcarla. Desgraciadamente, la cantidad de público que hay siempre en el parque y el hecho de tener una infraestructura, a mi modo de ver, más que amortizada, hace que cualquier posible queja se quede en el olvido.

Tengo que terminar con dos cosas. La primera es acerca de la amortización que he mencionado antes. Los precios de las montañas rusas aparecen en la página de Rollercoaster DataBase: http://www.rcdb.com. Así como las características de la atracción, quién la construyó y quién la montó. Me faltan datos para saber si el parque es rentable o no (principalmente, la cantidad de asistentes por año y el gasto diario que supone abrir el parque), pero hay un hecho irrefutable: en los tiempos que corren gastarse 25 millones de euros en construir una montaña rusa es señal de que las cosas no tienen que ir del todo mal.

La segunda cosa con la que quería terminar es: ALABAR EL EXTRAORDINARIO COMPORTAMIENTO, EDUCACION Y AMABILIDAD DE TODOS LOS OPERARIOS DEL PARQUE QUE EN TODO MOMENTO Y EN TODOS LOS PUNTOS FUE EJEMPLAR. ¡MUCHAS GRACIAS! (está claro que la dirección del parque será como será, pero la gente que allí trabaja y está de cara al público se vuelca en hacer llevadera la estacia).

Por fin pude montarme en Shambhala. A eso de la una de la tarde. Y he de decir que es impresionante. No os la perdáis... pero tened paciencia con las políticas del parque.