domingo, 13 de julio de 2014

9th IMC

La semana pasada viajé a Portugal. Asistí a la novena conferencia de construcción en mampostería (9th International Masonry Conference) para presentar una investigación en la que estoy trabajando como parte de mi dedicación como profesor universitario.

Siempre es constructivo viajar. Aunque sea cerquita. Portugal es un país de una belleza extraordinaria. Conocía Coímbra, Oporto y Lisboa. Visité la semana pasada Braga y Guimaraes y, además de aprovechar para intercambiar impresionas con otros colegas de la universidad, también me dediqué a "patear" las calles de estas ciudades.

Como digo: viajar y charlar con otros colegas e intercambiar impresiones además de conocer otras investigaciones es siempre constructivo. No obstante, también me llevé algún pataleo que otro:

* Los portugueses conducen muy mal. He de confesar que en la pseudo-circunvalación de Guimaraes, pasé auténtico miedo.

* Los enlaces de carreteras son un auténtico laberinto. Todavía no he sido capaz de saber si la dirección Guimaraes (Sul) es la misma en las cuatro veces en la que la he tomado porque siempre he llegado a sitios distintos.

* Bueno, la gasolina en Portugal está disparada de precio...

* Y no sólo voy a hablar del país vecino. La autopista que va de Vitoria a Burgos ES UNA AUTENTICA VERGÜENZA tanto de anchura, como de tráfico, como de trazado, como de estado del asfalto. Me llama poderosamente la atención que se pida el 140 en autopistas y autovías cuando tramos como este son muy malos. No me quiero imaginar como se conserva la Nacional I hasta Madrid.

* Por el contrario, la autovía entre Burgos y León es un aburrimiento. Para colmo, hay dos o tres radares fijos para limitar la velocidad por seguridad. Aquí si que pondría un 140.

Aquí quedan mis pataleos. Aproveché para visitar a algún amigo que, aunque está lejos, siempre merece la pena saber de él. Y es que los buenos amigos siempre "están ahí" aunque pasen años sin vernos.

Ya sabéis: ¡A viajar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario