domingo, 17 de abril de 2011

Aprender a descansar

DUSTIN HOFFMAN protagonizó en el año 1995 una película titulada ESTALLIDO (en inglés Outbreak) junto con RENE RUSSO, MORGAN FREEMAN, KEVIN SPACEY y DONALD SHUTERLAND. No es mi intención hacer una crítica del film, sino comentar una escena que me va a servir como punto de partida para la entrada de esta semana.

El guión fue un tema de moda durante los noventa y como consecuencia de la aparición del SIDA y otras enfermedades infecciosas. La película trata de como se expande un virus mortal por la costa oeste de los EEUU y de como el equipo de Dustin Hoffman trata, a contrareloj, de obtener una vacuna que lo pare. La situación es de extrema tensión y se ve como el protagonista, cansado y con varios días sin dormir, prefiere parar y descansar unas horas a equivocarse y cometer un descuido como le ocurre a su colaboradora. Dicha colaboradora (Rene Russo) se infecta y cae enferma. El protagonista, Dustin Hoffman, se levanta después de unas horas de plácido sueño y descubre el antídoto.

Evidentemente, la ficción nos muestra situaciones exageradas y con desenlaces felices o dramáticos. La realidad suele ser más "gris" pero los comportamientos humanos son una constante universal.

A lo que voy es que, por cuestiones de la luna llena, la Semana Santa de este año cae muy tarde y prácticamente no ha habido ningún día de fiesta desde el día de Reyes. Los que nos dedicamos a la docencia notamos que la gente (profesores y alumnos) tenemos unas cotas de agotamiento fuera de lo normal. Supongo que el resto del mundo, aunque no se dedique a tareas docentes, está acusando la falta de descanso.

Esta falta de descanso, se traduce finalmente en falta de competencia. Se multiplican las equivocaciones y los descuidos. Entran en juego el nerviosismo y mal humor. Y es que no tenemos bien asumido la necesidad del descanso diario y la "desconexión" cotidiana. Quizás porque en la sociedad que nos ha tocado vivir, está mal visto el ocio (y digo esto muy consciente de lo que digo) y está muy bien visto que la gente continúe en su puesto de trabajo hasta altas horas de la noche (¿recuerda el lector un anuncio de Coca-Cola en el que se aplaudía al que se iba del trabajo a la hora que le tocaba?). De ahí que nuestro país tenga una producción muy pobre (bueno, hay más factores, claro). Compensa trabajar menos horas bien planeadas que muchas y no dejar a la gente vida propia.

Tengo pensado escribir sobre lo que entiendo por "profesionalidad" y sobre un diálogo de CON-AIR que tiene que ver con esto (¡SI!), pero para rematar la entrada ahí os va mi experiencia personal sobre la "desconexión":

Durante la elaboración de mi Tesis Doctoral, tenía dos maneras de desconectar: una consistía en quedar con un buen amigo a última hora de la tarde (a eso de las ocho o las nueve), cenar algo sencillo y meternos en el cine a la sesión de las diez cualquier día entre semana (un martes o un miércoles, por ejemplo). Venía bien cualquier película "de tiros". Que el lector se imagine que gentes se puede encontrar uno un miércoles a las diez de la noche en el cine, pero es lo de menos. En aquella época nos vimos BLADE, HORA PUNTA, EL COYOTE (sí: el Coyote), GODZILLA, INDEPEDENCE DAY, BATMAN FOREVER, DEMOLITION MAN y un montón más que no recuerdo. Terminábamos a las doce o doce y media y ¡a dormir!. Al día siguiente, uno se levantaba con las "pilas cargadas" y con renovadas energías.

La otra manera que tenía de desconectar era irme a jugar al billar con mi amigo Iñaki. Iñaki era un alumno de ingeniería que, a eso de las tres y media de la tarde pasaba por mi despacho y dejaba su taco de billar encima de mi mesa. Me decía: "a las ocho pasaré a recogerlo". Eso significaba que seguir trabajando o irme con él a jugar al billar era cosa mía. El caso es que a los ocho me iba a jugar al billar durante un par de horas y tomar un par de cervezas. Casi siempre me daban unas palizas de impresión porque Iñaki jugaba muy, pero que muy bien. A veces, hasta le ganaba alguna partida. Luego me iba a casa, dormía como un recién nacido y al día siguiente, otra vez como nuevo.

Muchos me dirán que las circunstancias del soltero son distintas que las del casado con hijos y que no es fácil desconectar, pero... ¿acaso no somos seres inteligentes? A mi me ayuda este blog a desconectar. ¿y a los lectores? Ya sabéis: hay que aprender a descansar.

3 comentarios:

  1. Me gusta... yo me lo he aplicado la semana pasada, y, aprovechando un congreso que tenía en Oporto, he aprovechado para quedarme un par de días más y escapar de forma momentanea del mundanal ruido...

    Un saludo desde Bilbao.

    JonT

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  2. Yo me aplico el dicho de "Ya que la vida es dura, no le añadamos sufrimiento..." y es que a veces somos nosotros mismos nuestros peores jueces a la hora de aplicar descansos y caprichos... :)
    Alex

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  3. Muchas gracias por vuestros comentarios.

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