domingo, 3 de abril de 2011

Dotes adivinatorias y prerrogativas especiales

Antes de entrar en materia, voy a contaros mi curriculum. Como en "Algunos hombres buenos", lo hago para que creáis que soy bueno.

Me saqué el carnet de conducir en Noviembre de 1991. Llevo casi 20 años de carnet. Mi primer coche fue este:



Realmente no era estrictamente mío, primero fue de mi tío, luego de mi primo y luego de mi hermana. Lo conseguí abollar de todas las maneras posibles. Le dí a una valla, a una farola (las farolas son muy duras), y algún que otro coche sin más daños que los sustos correspondientes. Al final murió en la inundaciones del barrio de Amara del año 1992 (de hecho, la foto que sacamos fue lleno de barro en el garaje en el que estaba). El pobre Ford Fiesta no dio para más.

Mi segundo coche fue este:


Bueno, no volveré a tener un coche como el Sierra: tracción trasera (derrapaba en las rotondas que daba gusto), un maletero que parecía un campo de tenis (el portón daba mucho juego) y sobrio pero muy cómodo. Le hice un montón de kilómetros. Y con el, la segunda multa por exceso de velocidad en la autovía entre Burgos y Valladolid. Y eso que vi el coche de la Guardia Civil en el arcén.

He dicho que me pusieron con el Sierra la segunda multa porque, entre el Ford Fiesta y el Ford Sierra, solía conducir el Opel Corsa de mi madre. Con el Corsa ya me pusieron mi primera multa por exceso de velocidad. Se me ocurrió pasar el túnel de Malmasín, un sábado después de una cena, a 120 km/h cuando había unos 80 más grandes que yo.

El Sierra dio mucho juego: aprendí a cambiar de marcha sin pisar el embrague. Aprendí a tocar el freno con el pie izquierdo, mientras aceleraba. Aprendí que los tracciones trasera no se entran en la curvas bien, sino que hay que forzarlos... ahora... salen a toda velocidad.

No sabría a ciencia cierta cuántos kilómetros hice con el Fiesta, el Corsa y el Sierra, pero fueron muchísimos. Además, un par de golpes (el morro del Sierra lo destrocé contra un Clio) también me enseñaron a tener cuidado...

En cualquier caso, si que tengo que decir una cosa. En los años noventa, la gente era muy educada al volante. Los camioneros te indicaban con el intermitente cuándo podías pasar. La gente guardaba más las distancias y en ciudad se iba de manera más fina...

Quería poner esto para que el lector vea que llevo muchos kilómetros a la espalda y que he conducido todo tipo de coches (no sólo los que he tenido, sino también los que me han dejado: de todo tipo de tamaños y potencias). Ahora voy con el tema de la entrada:

SE HA PERDIDO TODA EDUCACION AL VOLANTE

Y no sólo eso, la gente no sabe conducir. O no sabe, o se cree con ciertos derechos al tener ciertos coches.

Lo de "dotes adivinatorias" va porque hoy en día (o por lo menos, en la ciudad en la que me muevo que es Pamplona) lo del intermitente es un extra que llevan los coches y que se utiliza menos que el airbag. Uno desarrolla un olfato alucinante: ya no es necesario que la gente ponga el intermitente (o, incluso, que alguno lo ponga al revés de lo que va a hacer): uno "adivina" lo que va a hacer el conductor que va por delante.

También se adivinan los comportamientos: yo ya sé si el que va a 30 Km/h por la autopista haciendo "eses" dentro de su carril tiene manos libres o no. Es notable la cantidad de gente que va DISCUTIENDO (no ya hablando) por el móvil. La casa PARROT se debería anunciar con grandes carteles en las carreteras.

Por pura observación, he llegado a la conclusión que la agresividad al volante en las mujeres es creciente. Es más: las que llevan niños al colegio por las mañanas especialmente.

Capítulo aparte son los que conducen furgonetas. ¿sabrán estos señores que muchos llevan la representación de su empresa en el vehículo? Pues si trabajan como conducen, créanme que yo no contrataría a muchos...

Lo de las prerrogativas especiales va por los que se compran ciertos coches: sobre todo berlinas de lujo y todoterrenos de alta gama. Creo que la compra de un vehículo de estos lleva aparejado un tipo de prerrogativa por las que hay que dejarles paso en las carreteras, autovías y autopistas. Que yo sepa, a los únicos vehículos que hay que dejarles paso, además de bomberos, ambulancias y policías, es a los autobuses urbanos.

Por cierto, los autobuses (tengo fichadas varias compañías Navarras) no saben que llevan un vehículo de muchos metros y varias toneladas y que tiene especial dificultad en coger curvas. ¿ha leído el lector las noticias sobre accidentes de autobuses? Todas comienzan: "Por causas desconocidas..." No hay que ser un genio para saber que la velocidad no es buena cuando entran en una rotonda...

Además, diré que si uno sigue escrupulosamente las indicaciones de tráfico, es pitado, mirado con mala cara, con luces largas cada dos por tres e insultado de diversas maneras.

(un paréntesis... no he dicho nada de como la gente deja "tirado" el coche en los aparcamientos porque podéis verlo por vosotros mismos aquí:

http://www.aparcascomoelculo.com/

fin del paréntesis)

Pues eso: que conduciendo uno al final desarrolla habilidades nunca antes soñadas. Y no olvidéis lo que os digo cuando venga el inmenso todoterreno a 150 Km/h (y consumiendo una media de 15 litros/100 Km) dandoos luces y pitando como loco... es que tiene prerrogativas especiales.

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