sábado, 6 de agosto de 2011

La mejor manera de vender discos es... ¡¿MORIRSE?!

La música forma parte de nuestras vidas. Esto es un hecho indiscutible y lo voy a demostrar con una anécdota personal (la palabra "anécdota" en este caso no está muy bien elegida, pero no se me ocurría otra mejor).

Hace unos años, tomando un café antes de entrar en el cine con unos amigos, había una inmensa televisión en el bar en el que nos encontrábamos. La televisión estaba sintonizada con una cadena de pago en la que sólo se emiten vídeos musicales. Me llamó la atención un vídeo muy simpático en el que un chavalillo de unos 12 ó 14 años recorría con su bicicleta los EEUU. Me quedé con el título de la canción: Love Generation. A los pocos días retomé el asunto y pude mirar por Internet el autor: BOB SINCLAIR. El álbum del single: Western Dream. Años más tarde, y a punto de embarcar en el barco que nos llevaría a visitar Los Acantilados de los Gigantes en Tenerife, volvía a sonar este tema pegadizo cuando el barco atracaba en el puerto de Los Cristianos. Conclusión: un tema pegadizo forma parte de nuestras vidas.

Así pues, a lo largo de nuestras vidas vamos tenemos de fondo una "banda sonora" que es la que escuchamos en el coche, mientras trabajamos, mientras estamos en un bar, cuando tomamos copas por la noche (la primera vez que escuché Sweet Home Alabama, fue en un bar de copas de Madrid un sábado por la noche...). Podemos ser unos expertos en aquello que escuchamos o simplemente tener una etiqueta en cada tema con "Me Gusta", pero la música, de la índole que sea, forma parte de nuestras vidas.

Ha muerto AMY WINEHOUSE. Parecía altamente previsible. A mi, desde luego, no me cogió de sorpresa. El efecto de tal tragedia (la muerte en estas circunstacias es siempre una tragedia), ha sido un aumento en las ventas de sus dos únicos discos y la subida en las listas de su tema estrella "Rehab". ¿realmente somos los seres humanos tan viscerales? ¿tanto nos dejamos llevar por el momento y olvidarnos de esta cantante al mes siguiente?

Muy simple me parece esto. Y eso que os lo dice alguien que durante meses sólo escuchaba a los Beatles y durante años sólo ponía temas de MIKE OLDFIELD. Pero uno tiene sus épocas y la cultura musical se fragua a base de oir y escuchar.

Y es que no sólo está Bob Sinclair o Amy Winehouse... también está ELVIS PRESLEY, y NINO BRAVO, y FREDDY MERCURY, y, por supuesto, MONTSERRAT CABALLE, y ERIC CLAPTON, y BRUCE SPRINGSTEEN, y, como no, WOLFANG AMADEUS MOZART, y AT VANCE versionando a VIVALDI y ABBA, y, y, y, y, ...

Desde luego que no se trata ser como JOHN CUSACK en "High Fidelity" y hacer discos con las mejores canciones de cada momento, pero una potente cultura musical no es mala cosa.

Y para teminar os diré que me gusta mucho Rehab de Amy, pero, comparación por comparación, prefiero mil veces a DUFFY y su Mercy.

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