domingo, 9 de enero de 2011

Se acabaron las vacaciones

Pues eso, que todos los buenos propósitos de hacer mil cosas estas vacaciones, se han quedado en nada. Por lo menos hemos descansado y el "hacer nada" a veces viene muy bien... máxime cuando la Semana Santa del año 2011 queda muy, muy, muy tarde (cosas de la luna llena).
Otra de las cosas buenas es que nos hemos dedicado a ver cine en casa. Algunas de Pixar, algunas de James Bond (algunas han envejecido bien, otras han envejecido no tan bien, pero siempre son unas risas). Pero lo que más rabia me ha dado es perder dos horas de mi vida viendo el Robin Hood de Ridley Scott. ¡MALISIMA! No entraré en detalles, sólo mencionaré que a mi cabeza venía constantemente un diálogo de una película que SI hay que ver (y no una sola vez, sino varias): "Un Hombre para la Eternidad" (A Man for all Season). El diálogo en cuestión se produce al principio de la película entre Tomás Moro (Paul Scotfield) y el Cardenal y Primer Canciller Wosley (Orson Welles):

"Entonces buenas noches, señor Moro.

Que la dinastía actual muera con Enrique VIII y volveremos a tener las malditas guerras dinásticas. Nobles sedientos de poder arrasando el país."


Esas guerras dinásticas a las que se refiere el Cardenal Wosley son las que empieza a relatar la película de Ridley Scott. Ahora, entre un film y otro hay un abismo.

Para terminar, y ya que hablamos de Moro, un apunte: siempre me he preguntado a qué se refiere CORTO MALTES en el álbum "Corto Maltés en Siberia" cuando, en dos ocasiones, toma en sus manos un ejemplar de "UTOPIA" y menciona que no ha podido acabar con dicho libro. Yo también lo he intentado... tampoco lo conseguí.