domingo, 13 de marzo de 2011

Nadie está a salvo

Pensaba que esto de escribir semanalmente iba a ser más difícil, pero el día a día del mundo da muchísimo juego. Hoy no me queda más remedio que hablar de Japón. Que sepáis que tenemos allí dos grandes amigos (Japoneses, por supuesto). De uno tenemos noticias. Estaba en Tokyo cuando el gran terremoto. Nos ha mandado un par de emails diciéndonos que está bien pero que el día del terremoto acabó en el refugio. Esto del "refugio" suena a guerra fría, pero está visto que Japón está muy concienciado y preparado. La misma persona nos decía que en el quinto piso del edificio de oficinas (en Tokyo) no se podía estar de pie durante el seísmo. Enfín. Que cada cual se imagine la situación.

Son varias las películas que me han venido a la cabeza. En primer lugar, "2012" con efectos especiales espectaculares pero con un guión más que dudoso y con una situación, a mi modo de ver, bastante increíble aunque cuando estás en el quinto piso de un edificio que se mueve como la gelatina, probablemente no parezca tan increíble.

Luego me he acordado de todas las películas catastrofistas de los años 70: "Terremoto", "Maremoto", "El Coloso en Llamas", etc...

Por supuesto: "Armageddon" y "Deep Impact".

Pero en la que me quiero detener unos instantes es en "VOLCANO" (1997, dirigida por MICK JACKSON y protagonizada entre otros por TOMMY LEE JONES y ANNE HECHE). De esta película destacaría, por un lado, lo que es el liderazgo y profesionalidad encarnados en el protagonista MIKE ROAK (Tommy Lee Jones). De hecho, estaba preparando para esta semana una entrada sobre la profesionalidad pero las circunstancias son las que son. Por otro lado, en la película de Volcano, hubo algo que me llamó poderosamente la atención. Hay una escena en la que aparece un montón de gente cubierta de ceniza (bomberos, sanitarios, gente de color, niños...) y dice uno de los niños que protagoniza el film: "¡Mira! ¡Son todos iguales!". Este pequeño detalle me ha hecho pensar mucho y es que ante la catástrofe, todos somos iguales y nos afecta igual independientemente de nuesta condición. De hecho, en el terremoto de Haití de hace un año, los primeros que cayeron fueron los edificios gubernamentales con la clase dirigente del país.


Para terminar un libro. Del gran divulgador científico ISAAC ASIMOV. "LAS AMENAZAS DE NUESTRO MUNDO". Cuando menos, inquietante. Nadie está a salvo

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