domingo, 22 de julio de 2012

La montaña rusa Cántabra

Esta entrada está dedicada a todos aquellos que piden los 140 Km/h de velocidad máxima en autopistas y autovías.

Y es que he discutido mucho con ellos argumentando que la velocidad en nuestras carreteras y vías rápidas no es una cuestión puramente técnica sino que hay un componente muy fuerte de educación. Evidentemente, también es una cuestión técnica no sólo por la edad de nuestro parque móvil sino también por la orografía de nuestro país y las posiblidades de trazados.

El sábado pasado tuve ocasión de viajar entre Santander y San Sebastián. No era la primera vez que lo hacía, pero sí que fue la primera vez después del debate del 140 famoso.

ES UNA MONTAÑA RUSA. Tal cual. Sobre todo en el trazado entre Bilbao y Laredo. La recién estrenada Shambhala en Port Aventura, no da sensaciones tan fuertes. Es más, en la citada montaña rusa no tienes pegado detrás de ti al autobús que va de Bilbao a Castro Urdiales dándote luces por el carril derecho...

En cualquier caso, me reafirmo en mi posición. No se puede subir el límite de velocidad en autopistas y autovías de manera generalizada. Hay tramos en este país de trazado muy complicado, de alta densidad de tráfico e, impregnando todo esto, una muy mala educación al volante y una agresividad muy clara.

Para que los partidarios del 140 se queden tranquilos, sí que les diré que hay tramos en los que sí subiría el límite: la autovía entre Burgos y León, la autopista entre Bilbao y Zaragoza (a partir de la entrada en La Rioja hasta Zaragoza) y la autopista entre Pamplona y Zaragoza, algunos tramos de la autopista entre Zaragoza y Barcelona y, dependiendo de la densidad del tráfico, la autopista del Mediterráneo.

Posiblemente, existan muchos más tramos que desconozco. No sé cómo estará de bien o mal conservada la autovía de Madrid a Andalucía con tramos de largas rectas. El otro día pasé por la variante supersur de Bilbao y quedé gratamente sorprendido... aunque no sé cómo llegué allí ni vi la señal de peaje en ningún sitio para poder evitarlo... en cualquier caso, me libré de todos los radares de la circuvalación de la capital Bizkaina.

Pues eso. Y sobre todo: mucho cuidado estos días de verano. Que podamos contarnos todos a la vuelta lo bien que lo hemos pasado... que el sol es gratis.

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